miércoles, 31 de marzo de 2010

Cruces y crucificados

Como quien no quiere la cosa, llegamos al ecuador de una nueva Semana Santa. Hoy, Miércoles Santo, la melancolía comienza a decirnos que hemos vivido tantas jornadas de cofradías como las que nos quedan aún por vivir.  Y es que la ciudad se prepara para los días capitales, ésos que constituyen la Triada Sacra compuesta por el Jueves Santo, la Madrugá y el Viernes Santo, encontrando en su camino hasta ellos el mejor anticipo en esta jornada marcada por las cruces y los crucificados.

El primero de ellos llegará al centro desde Nervión, diciendo que tiene tanta Sed como nosotros del azul agua de los ojos de la Virgen de Consolación. También arribará desde San Bernardo uno que derrama Salud por un puente que no cruza un río, sino que sirve de puerta de entrada a un barrio que encontrará al Refugio de sus almas bajo palio. Desde San Antonio de Padua, y con aires franciscanos, saldrá rumbo a la Catedral el que nos recordará de nuevo que Jesús murió por nosotros, para cumplir un Buen Fin, algo que, sin embargo, no sirve para mitigar el llanto de una Virgen de la Palma que este año echará de menos, como toda Sevilla, a Carlos Amigo Vallejo.

En San Pedro, dos Semanas Santas, la castellana y la hispalense, se darán nuevamente la mano gracias a un crucificado que prefirió la brisa del Guadalquivir a la del Arlazón, algo que no sólo colma de orgullo a los hermanos del Cristo de Burgos, sino también a Madre de Dios de la Palma. Por San Martín, Longinos atravesará con una Lanzada el costado del mejor de los nacidos, derramando una sangre y agua que también estará presente en el color del palio y las lágrimas de la Virgen del Buen Fin.

La plaza de San Vicente será testigo del paso de un nazareno que avanzará en silencio y encomendándose a la Misericordia de un Padre al que, momentos después y desde el Calvario, dirigirá sus últimas Siete Palabras. Mientras, la Virgen de la Cabeza deseará que la representación de la Guardia Civil que la acompaña por las calles pudiese hacer algo por salvar a su Hijo. Y a la vera de la Maestranza, desde ese relicario que es la capilla de El Baratillo, una Piedad que ya quisiera haber tallado Miguel Ángel nos recordará que la 'Hora Nona' se acerca, así como también el dolor de una madre que se queda sin su tesoro más preciado en un gesto de Caridad digno de ser ensalzado bajo el mejor palio.

Lejos de la cruz, pero camino hacia a ella, el Señor de la Paz será negado tres veces en la calle Feria, algo que contemplará a distancia la Virgen del Carmen Doloroso. Por su parte, la capilla de San Andrés se convertirá en un huerto de los olivos en el que el Señor del Soberano Poder será prendido. Será momentos antes de que un palio con cruces en aspas en su candelería traiga de Chipiona a Sevilla a la Virgen de Regla, la misma que cuando el Jueves Santo ya se respire en la ciudad pero sin que todavía haya habido tiempo de ver las primeras mantillas, entrará poniendo fin a una jornada tras la que sólo nos quedará la mitad del programa de mano intacto.


martes, 30 de marzo de 2010

Explosión de túnicas y capirotes

Si el día de ayer estaba marcado por los contrastes, sin lugar a dudas, el Martes Santo lo está por los nazarenos. No en vano, tras la Madrugá, la jornada de hoy es la segunda en la que más túnicas y capirotes se ven por las calles de la ciudad. De hecho, de las ocho cofradías que pasearán por Sevilla en las próximas horas, sólo tres (Los Javieres, La Bofetá y Santa Cruz) tienen menos de mil hermanos en su cortejo. Es pues, una jornada por las esperas, a pesar de que la primera corporación, la del Cerro, se pondrá en marcha antes del mediodía, cuando todo un barrio, ya sea bajo antifaces de terciopelo burdeos o a cara descubierta, acompañará a su Señor del Desamparo y Abandono y a una Virgen de los Dolores a la que hasta las palomas saludarán a su paso.

En San Esteban, el azul de las capas y capirotes de sus nazarenos evocarán a ese Cielo que cada año baja a la tierra para permitir el milagro de que el misterio del Cristo de la Salud y Buen Viaje y el palio de la Virgen de los Desamparados puedan salir, sin que sobre siquiera un milímetro, por su ojiva dentada. Por su parte, serán negras y de ruan las hileras que salgan desde el Rectorado antecediendo a un Señor de la Buena Muerte que parece que no ha abandonado el mundo de los vivos, que simplemente duerme. Pero también a una Virgen de la Angustia que hace casi 60 años dejó de ser el Dulce Nombre de María (advocación que tuvo cuando fue titular de la extinta hermandad de El Descendimiento) para convertirse en la Reina de Los Estudiantes.

Y a la vera de los Caños de Carmona, tras un mar de antifaces de terciopelo morado, Roma volverá a pasearse por Sevilla gracias a San Benito. No lo hará al compás marcial que dicen que poseían sus legiones, sino al que marquen los costaleros del misterio de la Presentación al Pueblo. Tras Él, el Señor de la Sangre avanzará sobre los pies y siempre de frente, precediendo a la Virgen de la Encarnación, una 'Palomita' nacida en Triana, que fue la segunda imagen mariana en llegar desde el viejo arrabal hasta la Catedral y que un año más llegará al templo metropolitano como Reina de La Calzá. Por su parte, San Nicolás se vestirá de blanco para recibir al Señor de la Salud y la Virgen de la Candelaria, ésa que a su vuelta por los Jardines de Murillo despertará los celos de la más bella de las rosas.

El luto tenirá de negro la calle Mateos Gago, donde Santa Cruz se convertirá en una oda al clasicismo con el 'Stabat Mater' del Señor de las Misericordias y la Virgen de la Antigua, así como con la mirada implorante que dirige al Cielo la Virgen de los Dolores. También de luto se vestirá la tarde en  Omnium Sanctorum con la hermandad de Los Javieres, que paseará por una calle Feria que enmudecerá ante el Cristo de las Almas y será el paño de lágrimas de la Virgen de Gracia y Amparo al ritmo del vaiven de sus bambalinas. Mientras, el blanco de los nazarenos de La Bofetá convertirá la plaza de San Lorenzo en el palacio de Anás para ver como Jesús es abofeteado por Malco y como, con la Virgen del Dulce Nombre, cabe toda la gracia de Sevilla bajo palio, ésa que regresará a casa cuando los vencejos comiencen a cantar preludiando un nuevo amanecer y pondrá fin a una jornada en la que la ciudad, peligrosamente, se irá acercando al ecuador de la Semana Santa.

lunes, 29 de marzo de 2010

Entre lo nuevo y lo de siempre

Pocas jornadas sintentizan mejor los contrastes de la Semana Santa de Sevilla que el Lunes Santo. Es el día en el que la algarabía llega al centro desde los barrios, mientras que el recogimiento y la seriedad son los rasgos que caracterizan a las corporaciones que hoy salen desde el corazón de la ciudad. Es el reflejo de esta fiesta, en la que lo nuevo y lo de siempre se dan la mano para dar vida a una tradición que se pierde, tan por delante como por detrás en la espiral sin fin del tiempo.

Así, el día lo abrirá, y bien tempranito, la cofradía que hasta este año ha sido la última en incorporarse a la nómina oficial, la del Polígono de San Pablo. Desde allí protagonizarán otro derroche de fe en el que no importarán los kilómetros y el esfuerzo necesario para llevar hasta la Catedral al misterio del Señor Cautivo y Rescatado y el palio de una Virgen del Rosario capaz de convertir hasta al mayor de los ateos con el verde de su mirada. También desde lejos acudirá a su cita de cada Semana Santa la corporación del Tiro de Linea, Santa Genoveva. Ésa que arrastra a todo un barrio junto a un Cautivo que de abandonado sólo tiene la advocación y la Virgen de las Mercedes.

De más allá de San Jacinto, de El Tardón, un reguero de capirotes blanco presagiará la llegada del Cristo del Soberano Poder de San Gonzalo, el mismo que arranca vítores y ovaciones a cada paso y al que observa, desde la lejanía, una Virgen de la Salud que con su palio blanco se convierte en la mejor enfermera que podría tener jamás la Cruz Roja de Triana. Por su parte, desde los alrededores de Santa Catalina, concretamente desde la iglesia de Santiago, un mar de terciopelo morado desembocará en un huerto de los olivos en el que Jesús, por nuestra Redención, es besado por Judas. Después, Sevilla se convertirá en Almonte para recibir a la Virgen del Rocío, que no llegará al modo en el aquel pastorcillo la encontró en tierras onubenses, sino como dolorosa y entre bambalinas.

El Arenal se volverá a llenar de Las Aguas que cada Lunes Santo nacen a la vera del río. Será desde la minúscula capilla de la calle Dos de Mayo, en la que reside una corporación que nació en la otra orilla, pero que hace años cambió el viejo arrabal por las inmediaciones de la Maestranza. De allí partirán rumbo a la Catedral un 'barco' capitaneado por un crucificado al que contemplan hasta los ángeles y un palio que porta una imagen, la de la Virgen de Guadalupe, que inició los sueños de imaginero de Álvarez Duarte

Y en el centro, el negro. El de las túnicas de los hermanos de Santa Marta, que acompañarán al Señor de la Caridad en su traslado al sepulcro, dando el pésame a las Virgen de las Penas. El de la estética de otro tiempo de la cofradía del Cristo de la Vera+Cruz y el palio de la Virgen de las Tristezas. El del clasicismo que llegará desde San Vicente reflejado en el carey y la plata de la cruz del Señor de las Penas y aderezado con los sones de la banda de Tejera tras el palio de la Virgen de los Dolores.

Pero también el negro de la noche que recibirá en El Museo a un Cristo de la Expiración que se retuerce intentando retener el último hálito de vida. Tras Él, avanzará la perfecta simetría del palio de la Virgen de las Aguas, ése que cuando esté ya bien entrada la madrugada del Martes Santo pondrá fin a la jornada en la que comprobamos que lo vivido durante el día antes no fue un sueño, que fue Domingo de Ramos y estamos inmersos en una nueva Semana Santa, ésa de la que hoy vivimos su segundo acto.


domingo, 28 de marzo de 2010

Llegó el día

Ya está aquí. Se acabó la cuenta atrás. Como cada año, Sevilla se vuelve a encontrar con su día más esperado, ése que  nunca falta a su cita para anunciar la primavera y despertar a la ciudad de su letargo. Hoy, por fin, es Domingo de Ramos, el día del estreno de una nueva Semana Santa, el del fin de un camino que iniciamos hace cuarenta días entre nubes plomizas y lluvia y que finalizamos con olor a incienso y azahar. La capital hispalense vestirá sus mejores galas para abrir los días grandes, algo que hará más temprano de lo habitual, ya que a las 12.30 horas La Paz se pondrá rumbo a la Catedral. En su recorrido, tanto el misterio del Señor de la Victoria como el palio de la Virgen de la Paz volverán a pasar un año más por el Parque de María Luisa, repitiendo así, una vez más, una de las escenas más características de esta jornada.

Hoy será también el día de los niños o, mejor dicho, de su cofradía: La Borriquita, que protagonizará dos estrenos. El primero, el de ver a las primeras nazarenitas en su cortejo. El segundo, como no, el de la Carrera Oficial en esta Semana Santa de 2010, en la que volverán a escucharse los sones de una agrupación musical que debutará de nuevo 30 años después. Se trata de la de Jesús Despojado, que acompañará al misterio de la corporación de Molviedro desde la salida hasta la Catedral, siendo relevada después por su heredera, Virgen de los Reyes. Le seguirá el palio de la Virgen de Dolores y Misericordia, que un año más volverá a obrar el milagro de salir sin rozar el dintel de la pequeña puerta de su capilla.

En los Terceros, se volverá a celebrar una Cena a las 15.45 horas. Será esa que instauró hace casi dos mil años el sacramento de la Eucaristía y que Sevilla recrea con el Señor de Sebastián Santos y el apostolado de Ortega Brú. En el mismo sitio, se vivirá también el primer silencio de la tarde, el que acompaña a su paso al Cristo de la Humildad y Paciencia. Un mutismo que se convertirá en algarabía junto al palio de la Virgen del Subterráneo, que al compás del movimiento de sus varales paliará, en algo, la tristeza que desprende la iglesia de Santa Catalina. El barrio de San Julián verá en la calle a su vecina más ilustre y sevillana, la Virgen de la Hiniesta. La misma que bajo su advocación de gloria apareció en Cataluña diciendo que era de la vera de la Puerta de Córdoba y que comparte lágrimas con la Magdalena por el Cristo de la Buena Muerte. Mientras, en la plaza de Carmen Benitez, lo clásico se hará nuevo con el Señor de las Penas de San Roque, que antecederá al que dicen es el palio que mejor suena, el de la Virgen de Gracia y Esperanza.

Y al llegar la media tarde, Triana llegará a Sevilla. Lo hará con el izquierdo por delante, con sones flamencos y al compás que marquen los costaleros del misterio de las Penas. Después, llegará una Estrella que cambió el Cielo por San Jacinto y entre diálogos de bambalinas y varales por las calles se pasea. El contraste estará en San Juan de la Palma, donde el Silencio Blanco sólo quedará roto por la cornetería que anuncia a un Señor callado al que Herodes desprecia y los sones de Amargura que taparán una conversación entre el evangelista y María al final de la calle Feria.

Pero para contrastes, los que se vivirán al caer la noche en El Salvador. Allí, del júbilo de La Borriquita se pasará al recogimiento del crucificado del Amor, que no necesita más música que la del rachear de los pies de sus costaleros y las saetas que se van desgranando a su paso. Tras Él vendrá la Virgen del Socorro, que bajo un techo de malla observará el cielo radiante de un nuevo Domingo de Ramos, ése que hace 40 días nos parecía tan lejano. El mismo que, afortunadamente, ya tenemos entre nuestras manos.

sábado, 27 de marzo de 2010

El fin del principio

Las Vísperas consumen sus últimas hora. Tan sólo queda un dígito en esa cuenta atrás que nos lleva a un nuevo Domingo de Ramos que casi tocamos con las manos. Ayer, incluso, vivimos la primera tarde de nazarenos y capirotes. Hoy, en esa jornada en la que la ciudad no sabe que hacer para ver pasar lo antes posible las horas hasta el día más esperado del año, los barrios vuelven a acaparar protagonismo antes de cedérselo de manera definitiva al centro.

Así, una zona obrera como Torreblanca se vestirá de Roma Imperial para ver en el misterio de su hermandad al mismísimo Pilatos, que volverá a preguntarse por qué está a su lado un Jesús Cautivo que si fuera por su gente ya estaría liberado. Pero también lucirá su túnica morada de capa, sacando más de 600 nazarenos a la calle, logrando que la Virgen de los Dolores mude su llanto en sonrisa, al comprobar cómo aquel barrio tan alejado de la Giralda y nacido de emigrantes a mediados del siglo pasado se convierte, por unas horas, en la envidia del resto de Sevilla.

Una situación similar se vivirá en el Parque Alcosa. Allí, el Señor del Divino Perdón regalará a sus vecinos una tarde de cofradías al más puro estilo hispalense, con un nazareno y los sones de una agrupación musical (la de la Estrella de Dos Hermanas). Para los más mayores del lugar, será como volver a sus años mozos en pleno centro, cuando no necesitaban autobuses ni coches para ir a ver las cofradías. Para otros, el día grande del barrio. Para todos, la reafirmación, un año más, de una seña de identidad.

Y en Ciudad Jardín, no habrá túnicas, pero sí una Guardía Judía y un estreno que ha levantado una expectación tremenda durante la Cuaresma. Se trata del misterio del Señor de la Esperanza, que hará que la ciudad esté pendiente a lo largo de toda la jornada de un puente que no une las dos orillas del Guadalquivir, sino las del Cedrón. También llamará la atención por si sólo el palio de la Virgen del Rosario, que, por segundo año consecutivo, volverá a pregonar la Semana Santa aunque no horas después de que lo hagan también en el Maestranza, sino sabiendo que podremos disfrutarla a partir de la mañana siguiente.

Serán los últimos compases de unas Vísperas que finalizarán cuando entre, ya en la madrugada del Domingo de Ramos, el último paso y que nos traerá la nostalgia de la mano. Y es que no sólo empezaremos, tímidamente, a echar de menos lo que ya se nos ha ido, sino que comenzaremos a tener miedo de que pase rápido lo que llevamos tanto tiempo esperando. Es lo mismo que ocurre siempre que afrontamos el fin de una Cuaresma, de ese periodo que marca para el cofrade el principio de cada año. Porque hoy vivimos el fin del principio y mañana disfrutaremos lo que durante casi un año hemos estado anhelando.

viernes, 26 de marzo de 2010

La Catedral de los barrios

Quedan dos días para que sea Domingo de Ramos, pero hoy ya es Semana Santa. No harán falta palcos ni Catedral, ya que hoy, como durante los dos últimos sábados, los protagonistas son los barrios, ésos que nos regalarán los primeros nazarenos y las primeras hermandades de penitencia en la calle. Será en Pino Montano, Padre Pío y Heliópolis donde veremos los estrenos de capirotes en este 2010. Sucederá en torno a las 18.00 horas, cuando se abran las puertas de sus respectivos templos y veamos sus cruces de guía. Será entonces cuando las Vísperas rocen aquello que estamos esperando, cuando vivamos plenamente lo que aún está por llegar sin que todavía haya llegado.

Así, Pino Montano latirá al ritmo de los movimientos del olivo del misterio de Jesús de Nazaret y respirará el aire que desprenden las bambalinas de la Virgen del Amor. Mientras, en Padre Pío, todo el barrio hará de Cirineo del Señor de la Salud y Clemencia, disfrutando, a cada paso, de la Divina Gracia que se paseará por sus calles bajo palio. A la vera del Villamarín, el Nazareno de La Misión, acompañado en la calle de la Amargura por la Virgen del Amparo, volverá a saborear las Vísperas con la mente puesta en una Catedral que ya conoce, pero a la que aspira a regresar pronto formando parte de la nómina oficial.

Pero también hoy será un día grande el Bellavista, donde la hermandad del Dulce Nombre servirá de metáfora del pasado nazareno del barrio, ése que volverá a inundar cada esquina para paladear el buenhacer de los costaleros del Señor de la Salud y Remedio, así como también lo hará con el sabor del Dulce Nombre de su Virgen. Veremos también los primeros nazarenos por el centro, vistiendo ruan morado, acompañando al Cristo de la Corona y evocando estampas de otro tiempo.

Del mismo modo, aunque sin capirotes, Triana se vestirá de luto y servirá de monte calvario al Señor de Pasión y Muerte. También vestirá sus mejores galas el barrio de San Pablo, que se inundará de Vísperas con el crucificado de la Humillación y que también lo hará con una agrupación parroquial que, siendo ya veterana, vivirá una tarde de estreno. Es la de la Humildad, que saldrá por primera vez con sus dos pasos, el de palio y el Nazareno, y estrenándose el Viernes de Dolores.

Y por si todo esto fuese poco, en el Juncal volverán a reencontrarse con su Cautivo en Vía Crucis, lo mismo que ocurrirá en Rochelambert con el Cristo de la Paz o con el Cristo de los Desamparados del Santo Ángel. Será también una tarde de anticipos de lo que está por venir en la Vera+Cruz y La Sed, donde sus titulares cristíferos saldrán por las calles en andas antes de dormir sobre sus pasos. Y es que dentro de unas horas, Sevilla se vestirá de Semana Santa, sin Carrera Oficial, sin venias ni palcos, porque la mejor Catedral de las Vísperas no se encuentra junto a la Giralda, sino en los barrios.

jueves, 25 de marzo de 2010

¿Segundo pleno consecutivo?

Los ciriales de una nueva Semana Santa empiezan a aparecer por la esquina y nosotros seguimos mirando al cielo, esperando que opte por vestir durante los próximos días su túnica celeste en lugar de una de ruan negro. Y es que el retorno de las lluvias ayer y la previsión de que continúen hoy nos ha devuelto a hace dos semanas, cuando estábamos inmersos en un ir y venir de borrascas sin solución de continuidad. De nuevo vuelve el miedo a que el sol, del que tanto y tanto hemos hablado durante toda la Cuaresma, no esté por la labor de regalarnos una Semana Mayor como la del año pasado, en la que pudimos disfrutar de todas las cofradías en la calle.

De momento, en este 2010, ya hemos visto a todas las que tenían prevista su salida hasta el momento. Y según los pronósticos meteorológicos parece que vamos a seguir en la misma tónica y se van a cumplir los buenos augurios que nos regalaron las cabañuelas. Así, las previsiones hablan de lluvia durante toda la jornada del Jueves de Pasión, pero anuncian una mejoría del tiempo que empezaría en la madrugada del Viernes de Dolores, continuaría el Sábado de Pasión y nos permitiría disfrutar en su totalidad del Domingo de Ramos.

Sin embargo, la cosa podría cambiar el Lunes Santo, cuando podrían aparecer los chubascos, sobre todo durante las horas centrales del día. Pese a ello, siempre serían dispersos y sin demasiada intensidad, descendiendo las probabilidades de agua según avance la jornada. A partir de ahí, y teniendo en cuenta que los modelos que se manejan resultan todavía algo inexactos, se estima que habría una bonanza meteorológica que llegaría hasta, al menos, el Martes de Pascua.

De este modo, sólo un día corre peligro de mojarse, aunque las predicciones en ningún momento hablan de que la lluvia fuese a estar presente de manera constante durante las 24 horas, por lo que queda margen para la esperanza. Y es que lo del año bonito fue demasiado bonito y, por desgracia, algo casi inusual en nuestra historia reciente, en la que el líquido elemento nos ha jugado malas pasadas. Después de un invierno plagado de borrascas y riadas, sería lo suyo que San Pedro, para compensar, decidiera cerrar el grifo y nos permitiera disfrutar, al completo, de nuestra Semana Santa.


miércoles, 24 de marzo de 2010

Cuentas pendientes

Dicen que "nunca es tarde si la dicha es buena", pero hay veces en las que la espera dura demasiado. En este caso, no me refiero a la Semana Santa, que ya está a la vuelta de la esquina, sino a la concesión del Ayuntamiento de la medalla de oro de la ciudad a la Esperanza de Triana. Sí, porque somos conscientes, como ya he dicho en otras ocasiones, que las cosas oficiales en Sevilla van demasiado despacio, pero el hecho de que la corporación de la calle Pureza se haya llevado un cuarto de siglo esperando para ver hecha realidad esta promesa, resulta, a todas luces, excesivo.

Todo empezó en 1984, pocos meses antes de la coronación canónica de la Virgen, cuando la hermandad solicitó este reconocimiento, el mayor de la ciudad, para su titular. Todo el barrio y gran parte de la ciudad respaldaba esta medida, por lo que su concesión, en principio, parecía inminente. Pero, una norma aprobada durante el mandato de Luis Uruñuela impedía que la medalla se le otorgase a nadie que no tuviese una personalidad física o jurídica, algo que en el caso de la Esperanza no era posible, ya que no se trataba de un reconocimiento a la cofradía, sino a la imagen. Como solución, y habida cuenta de que se le había dado al Consejo de Cofradías el año anterior a la petición, se decretó hacerle entrega a la Reina de Triana de una copia de ésta.

Curiosamente, dos imágenes marianas, la de la Macarena y la Virgen de los Reyes, sí ostentaban ya entonces oríginales de la medalla, algo que también pudo recibir el Gran Poder en 1995, cuando se derogó la mencionada norma. Sin embargo, desde entonces, nada se hizo en relación a aquella petición llegada desde la calle Pureza, que cayó en el olvido... hasta hace unos días, cuando, coincidiendo con la finalización de las obras de la Capilla de los Marineros (para ver más sobre ello pulsa aquí), se retomó el proceso. Así, a finales de la semana pasada, el pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad la concesión, que el Sábado de Pasión, a partir de las 12.30 horas, se le impondrá en su casa a la Virgen de la Esperanza.

Se cierra así una cuenta pendiente que desde el ejecutivo municipal se tenía con una de las imágenes que mayor devoción despierta en la ciudad. Ha sido deprisa y corriendo, algo también típico en esta ciudad, pero haciendo realidad, que es lo importante, un viejo anhelo de muchísimos sevillanos. Aunque, en realidad, a la Reina de Triana no le hacen falta reconocimientos llegados desde la planta noble de la Plaza Nueva, ya que le basta y le sobra con los que les dispensan sus hermanos, sus fieles y vecinos, pero nunca está de más que se cumpla lo prometido. Y es que está bien lo que bien acaba.


martes, 23 de marzo de 2010

De La Calzá al Cielo

Queda una semana para que te presenten a Sevilla, pero ya te sabemos condenado. Siete días para que La Calzá se vista de terciopelo morado, para que los Caños de Carmona se reencuentren de nuevo con sus vecinos más ilustres, para que Pilatos no sea el malo de la película, para que los vellos se ericen con cada cambio, para que una 'Palomita de Triana' salga desde muy lejos del puente, para que la Sangre se haga carne en lo alto del Calvario.. y es que hoy queda, exactamente una semana para que sea Martes Santo en la antigua calle Oriente. Restan siete días para ver en la calle a la cofradía de quien les escribe, la hermandad de San Benito.

Porque cada cofrade, al margen de las cuentas que tienen su final cada Domingo de Ramos (en cinco días) o cuando aprezcan los primeros nazarenos por las calles (en tres), también hace las suyas propias hasta poder observar el paso de la corporación por la que sienten una especial debilidad. En mi caso ésas tienen como meta las 16.30 horas del martes que viene, cuando se abran las puertas de la parroquia de San Benito Abad y se ponga rumbo a la Catedral aquella hermandad que nació a mediados del siglo XVI en la otra orilla del río y que volvió a hacerlo en el primer cuarto del XX a apenas cien metros de Nervión.

La misma que cada año maravilla a Sevilla con el buenhacer de los costaleros del misterio de la Presentación al Pueblo, una de las grandes obras maestras que Castillo Lastrucci regaló a la ciudad. La que pasea con sobriedad al Cristo de la Sangre, la que derrocha elegancia a cada paso que da el palio de la Virgen de la Encarnación. Ésa que lleva a la Campana la loba de la Roma Imperial, la de la infantería con plumeros azules cuyas únicas armas son las notas musicales de sus marchas, la que pasea una banda de cornetas y tambores al más puro estilo de la Policía Armada....

Podría decir tantas cosas sobre ella, que no tendría ni espacio ni palabras suficientes para describirla con total precisión. Puede que mi cariño por ella me ciegue, como a cada cual le pasa con su hermandad, pero son tantas las ganas de verla en la calle, de escuchar a Carlos Morán mandando a sus hombres que lleven "arriba al hijo de Dios".... suerte que las Vïsperas sigan consumiéndose, llevándonos de la mano a un nuevo Martes Santo, algo que ya ya preludia en su palio la Virgen de la Encarnación, como esta noche también hará el Cristo de la Sangre y como hará mañana el Señor de la Presentación. Ya quedan sólo siete días para ver a mi cofradía en la calle, para hacer realidad mis anhelos. Y es que, de Sevilla a la gloria y de La Calzá... de La Calzá al Cielo.

lunes, 22 de marzo de 2010

El pecado escapar de lo establecido

Habrá quienes hoy, querido Antonio, te arrojen a los pies de los caballos. Quienes incapaces de ver que un pregón puede anunciar la Semana Santa sin necesidad de hablar de cofradías digan que lo que regalaste ayer a Sevilla desde el atril del Maestranza no lo era. Quienes se escuden en que no te interrumpieron con aplausos para afirmar que lo que dijiste no transmitió, cuando tú pediste por activa y por pasiva que te dejaran realizar tu alocución de un tirón. Y es que, ya lo sabes, esta ciudad es tan cainita que a pesar de hacerle la mejor declaración de amor que nunca se le ha hecho termina siempre apuñalándote por la espalda.

Son los riesgos de no ser fiel a nadie más que a uno mismo, de salirse de clichés y arquetipos, de hablar con tu propia voz, de no haber utilizado en la composición de tus letras el catálogo de los ripios. Hubiese sido mucho más fácil rimar Macarena con pena o hablar de lo bonito que es Triana por la mañana, como otros tantos hicieron gritando a voz en cuello para recibir un forzado aplauso. Pero tú eres distinto y no has querido pasar por el aro. Y claro, como en el mundo de las cofradías hay más papistas que el Papa, se habla de fiesta abierta y cuando se menea un varal aparece el pánico y se tiende al inmovilismo, sin que falten voces críticas para tu pregón.

Sí, porque aquí el que innova, antes de que nadie caiga en analizar su aportación, es, ante todo, atacado. Tú mejor que nadie lo sabes. Te han dicho que si no eres cofrade, que no entiendes las cosas de la ciudad, que eres ateo... y tiene tela que la mayor y mejor reflexión acerca de Dios que se ha hecho en muchísimo tiempo la hayas realizado tú mismo. Para ello, no te importó desnudar tu alma y ponerla a los ojos de todos, expresando en voz alta las dudas que cada uno, en un momento o en otro, hemos tenido sobre la existencia de Él. Dijiste que era más de San Agustín que de Rodríguez Buzón y así ha sido, llegando más lejos que nadie, aunque aquí vale más hacer un manido catálogo de itinerarios cofrades que ser profundo. Si no, que se lo digan al arzobispo, monseñor Asenjo, que mientras le echabas horas extras pegaba una cabezadita. Menudo ejemplo. Y eso que se lo dedicaste...

Has cumplido con creces tu promesa, haciendo un pregón a tu medida. Como era de esperar, no coincidió con las de esa Sevilla hipócrita y cateta que diferencia entre la religión y las fiestas según le viene en gana y que sólo quiere, año tras año, más de lo mismo. Y no cabe duda que si hubieses querido entrar en ese juego habrías también sembrado cátedra, porque qué prosa, qué versos y, sobre todo, cuánto sentimiento. Lástima que aquí se premie más al falso que al que actúa por derecho. Pero así es, amigo mío, la muchacha destinataria de tu carta, ésa por la que bebes los vientos, la misma que empieza a despertar ya sin más domingos por delante que un nuevo Domingo de Ramos.

Habrá quien te critique, sí, porque aquí de eso nunca nos falta. Pero tú has sido fiel a ti mismo, no te has inventado un personaje que hablaba por otros, sino por ti. Porque no naciste en pleno centro ni nunca te has vestido de nazareno, pero estás enamorado hasta las trancas de esta ciudad y uno de sus mayores tesoros. Lástima que en pleno siglo XXI aquel que no haya hecho lo que la mayoría siga siendo vilipendiado por el resto, por ésos que saben ponerte de vuelta y media pero jamás serán capaces de imitar siquiera el peor de tus versos. Y es que esa Roma del 'huomo novus' a la que aludían en tu presentación no se quedó tan lejos y por desgracia en su circo sobran leones y faltan presos. Pese a ello, gracias por tu valentía, por dar otra visión de la Semana Santa, tan legítima como la tradicional y sin duda más necesaria. Porque puede que algunos digan que este año es como si no hubiese habido pregón, pero ya veremos qué dicen al respecto otros el día de mañana.

domingo, 21 de marzo de 2010

El día de Antonio García Barbeito

Hoy es el día que muchos llevábamos esperando años. El momento en el que por fin se le va a hacer justicia a uno de los mejores escritores contemporáneos que ha dado esta ciudad, a un hombre fiel siempre a sus ideas, que no necesita amoldarse a nadie y sin miedo al que dirán. Es la mañana en la que los versos y la prosa de Antonio García Barbeito pregonarán a Sevilla que la Semana Santa está a la vuelta de la esquina, que viene 'bajando por el Aljarafe' y llamando a las puertas de la ciudad.

Y lo hará a su modo, sin acudir a estereotipos ni fines doctrinales. Sabiendo, como buen aficionado a la fiesta nacional, que después tendrá que recibir las cornadas del "toro de la crítica", pero que, al menos, éste lo 'cogerá' dando su "propio pase, no el de otro". Será el pregón de alguien que vive, como otros tantos, la Semana Santa en las calles, que cree que la caridad se demuestra no en las iglesias, sino a través de la labor social. El anuncio de un enamorado de la ciudad que ni nació ni creció en ella y que quizás por esta razón ve sus cosas con la objetividad que otros nunca tendrán.

Para muchos, hoy es el día en el que se marcará un antes y un después en el Pregón, el del nacimiento de un nuevo Rodríguez Buzón. Para otros, la jornada en la que se verá a las claras el terrible error cometido por el Consejo con su designación. Sea como fuere, lo cierto es que la de este domingo 21 de marzo de 2010 es la mañana en la que la ciudad saldará la gran deuda que mantenía con uno de sus grandes autores, alguien a quien no le gusta crear polémicas a diario, que prefiere la quietud y la sencillez del campo, de un escritor autodidacta, un devoto de La Estrella que no nació en San Jacinto, sino en Aznalcázar.... es el momento en el que tras el atril del Maestranza se va a escuchar un pregón que diferirá de los de siempre, que aportará una nueva visión de nuestra Semana Santa.

sábado, 20 de marzo de 2010

Tarde de barrios

La paciencia puede con la espera. Pese a que las túnicas y los capirotes aún están colgados en los armarios, que la Campana todavía está sin las sillas preparadas, aunque todavía habrá cofrades que no tengan en su poder un programa de mano, hoy volverán a pasear pasos por algunos barrios. Por segundo sábado consecutivo, las Vísperas se disfrazan de días grandes y llevan el ambiente de cofradías a zonas que no verán pasar nazarenos durante la Semana Santa. Así, las Tres Mil Viviendas vivirá la primera salida en Cuaresma de su agrupación parroquial. Será el estreno en la calle de las nuevas imágenes del Señor de la Bendición y la Virgen de la Esperanza, que convertirán por unas horas el Polígono Sur en una Carrera Oficial huérfana de palcos pero que rebosará devoción.

También será una tarde especial en las inmediaciones de la parroquia de Santa María de las Flores, en León XIII. Allí, y tras muchos años de espera, por fin verán salir el 'Stabat Mater' de Clemencia y Fe. Será la culminación de un sueño cuya consecución no ha estado exenta de dificultades. De hecho, tras cinco años sin procesionar para hacer frente a los gastos de las obras de la casa hermandad y de remodelación del templo, hoy volverán a pasearse por su barrio por todo lo alto, tanto con el Cristo como la Virgen sobre el mismo paso y sirviendo como bando para la ciudad de lo que aún está por llegar.

En Amate, a partir de las 19.00 horas, los sones de la marcha 'Desamparo y Abandono', interpretada por la banda de Música de Nuestra Señora de la Soledad (La Algaba), darán la bienvenida, un año más, a la Virgen de los Reyes. Su salida no significa ningún estreno, puesto que lleva varios años endulzándonos la espera por las calles de su barrio. A pesar de ello, la puerta del colegio público Candelaria, desde donde procesiona, volverá a llenarse de gente con ganas de calmar sus ansias cofrades en una Cuaresma que, por mor de la lluvia, nos ha parecido en esta ocasión más larga de lo normal.

Hace unos años, tal día como hoy, procesionaban dos hermandades que pertenecen a la nómina oficial. Eran la tarde de San Pablo y El Sol. Ahora, las Tres Mil, León XIII y Amate recogen el testigo de una Víspera de Pregón que pone a la ciudad en situación y empieza a despertarla de su letargo. Y es que más allá de los Vía Crucis, las mudás y los cultos, Sevilla empieza a latir a ritmo de corneta y tambor en sus barrios, ésos que dentro de seis días nos regalarán los primeros nazarenos. Habrá gente que diga que sólo es jugar a los pasitos. Pues, bendito juego.

viernes, 19 de marzo de 2010

Algo se muere en el alma...

... cuando un amigo se va. Y mañana, se irá para siempre uno, el programa 'Semana Santa de Sevilla' de Sevilla TV, que pondrá fin a diez años en antena en los que ha sido líder absoluto de audiencia. Se va por la irrupción de la TDT y la reconversión que ello conlleva para la cadena del grupo Vocento, que sólo ha conseguido una licencia para una cadena autonómica, por lo que ha tenido que prescindir de programas de ámbito local.

Se pone fin así a una aventura que ha marcado un antes y un después en los programas cofrades, que ha demostrado que se puede hablar de cofradías en televisión no sólo en Cuaresma, sino a lo largo de todo el año. Recuerdo aquellos comienzos con Víctor García Rayo y Paco Robles, con sus conversaciones informales en torno a unos cartones de pescado frito; los inolvidables montajes audiovisuales de Antonio Casado. Después llegarían Esteban Romera y José Antonio Rodríguez, una joven promesa del 'periodismo morado' y con los años se ha convertido en una maravillosa realidad.

A partir de ahora, los cofrades ya no tendremos una cita obligada frente al televisor los sábados por la tarde. El único consuelo es que, a modo de despedida, es muy probable que el nuevo canal de TDT (en emisión en pruebas a partir de la semana que viene en el dial 61) se estrene con la retransmisión de la Semana Santa de Sevilla de 2010 por parte de ellos. Será, probablemente, la última vez que podamos disfrutar de su gran trabajo en conjunto. Se van, pero ahí queda su obra. Ojalá que otros no tarden en seguir su ejemplo.

jueves, 18 de marzo de 2010

No sin mi silla

Las discusiones sobre las sillas han marcado el inicio y el final de la Cuaresma. Al principio se habló, y mucho, de la reestructuración de la Carrera Oficial, que, según algunos, iba a hacer desaparecer hasta 1.200 localidades, lo que provocó las protestas y desconfianza de los abonados. Al final, una vez llevada a la práctica, fueron muchísimas menos, quizás porque, de fondo, aparece la posibilidad del traslado del inicio de la misma de La Campana a la Magdalena. En este sentido, hay quien incluso afirma que ésta podría ser la última Semana Santa en la que se llegara a la Catedral siguiendo el camino tradicional. El tiempo dirá si es así o no.

Ahora, cuando vemos ya los primeros capirotes a la vuelta de la esquina, son otras sillas las que adquieren protagonismo. En este caso no son de enea, ni están reservadas de antemano, pero en apenas unos años se han convertido en parte del paisaje de la bulla. Son las sillitas plegables. Ésas que según avanzó el Ayuntamiento en verano tenían los días contados en nuestra ciudad y que, a tenor de las últimas declaraciones de la delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto, serán más controladas que el año pasado, pero podrán seguir usándose. La única condición es que no estorben a las cofradías en su recorrido ni provoquen problemas de inseguridad. Del mismo modo, la policía será la encargada de decidir cuándo constituyen un elemento de riesgo y cuándo no.

Total, que la cosa sigue igual que el año pasado, salvo que ahora se le atribuye a los cuerpos de seguridad una competencia que, por lógica, siempre debieron tener. Parece que desde el Consistorio se ha entrado en razón y se ha dejado de demonizar un elemento que, 'per se', no provoca problema alguno. Son sus usuarios y la falta de educación de éstos los que originan trastornos. Porque, ¿pasaría algo si se actuara con civismo, dejando pasar a los demás, en lugar de hacerse dueño de la parcela que ocupa la silla? Pero claro, arreglar ésto supone tener que solventar otro problema endémico de esta sociedad,el de la educación, al que tampoco se le ha encontrado solución. Al menos ahora, con un uso tutelado de las sillitas, se intenta controlar que el beneficio de uno no sea el perjuicio de otro. Lo triste es que no se hayan dado cuenta hasta hace unos días que podían hacerlo así.

Pasa lo mismo que, salvando las distancias, con las sillas de la Carrera Oficial, ya que sí, un abonado tiene derecho a su silla porque paga por ella, pero, ¿es justo que porque la tenga pueda perjudicar la seguridad del resto? Aquí, sin embargo, el gran problema es que se le ha dado tanta 'manga ancha' a las empresas que explotan este aforo que han podido meter más localidades de la cuenta sin que nadie le dijese nada y que cuando han notado que ésto era contraproducente el daño ya estaba hecho. Y es que a ver quién es capaz de quitar su silla, ya sea oficial o plegable, a cualquiera si nunca se le ha dicho nada por tenerla y usarla. Tanto hacer la vista gorda tiene sus consecuencias y en estos casos se ven muy a las claras. Al menos existe el compromiso de quienes tienen que velar por el bien común de intentar arreglarlo. Esperemos que no sea demasiado tarde.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Pendientes del tiempo

Así llevamos toda la Cuaresma. Observando sin descanso el cielo y los partes meteorológicos para saber qué tiempo nos espera, si podemos dejar al paraguas guardando la casa o nos tendrá que acompañar a cada paso. Tras casi tres meses de lluvia ininterrumpida que finalizaron hace una semana, el sol ha vuelto a hacernos una visita, aunque lejos de aportarnos tranquilidad, seguimos 'con las carnes abiertas' por si, de cara a la Semana Santa, decide ceder de nuevo su sitio a las nubes plomizas que, por desgracia, tan usuales se han hecho para nosotros en los últimos tiempos.

Hasta el momento, sólo teníamos a las cabañuelas como referencia, cuyos pronósticos eran bastante halagüeños, vaticinando que los días grandes estarían despejados en su totalidad o casi. Sin embargo, los primeros modelos meteorológicos para las fechas que tenemos marcado en rojo en nuestro calendario parecen dejar estas predicciones en cuarentena. De hecho, hace 48 horas que aparecieron los primeros avances para el Domingo de Ramos y éstos no han dejado de variar. Al principio daban cierta posibilidad de agua, más tarde la daban por seguro y, a última hora de ayer, la descartaban. Eso sí, siempre se han mantenido, en mayor o menor medida, las probabilidades de chubascos para el Viernes de Dolores, Sábado de Pasión y Lunes Santo.

Así, a 11 días del estreno de la Semana Santa, de nuevo la lluvia nos vuelve a poner un nudo en el estómago. Aunque, al menos, podemos mantener la esperanza de que, como ha sucedido con los vaticinios meteorológicos durante las últimas horas, la cosa pueda cambiar y los frentes y borrascas terminen por marcharse a otro sitio a partir de la semana que viene. Es la misma situación de todos los años, aunque en esta ocasión con el miedo acumulado de haber vivido el invierno más húmedo que podemos recordar. De todas formas, como siempre, sólo nos queda desear que el sol no nos abandone y esperar.

martes, 16 de marzo de 2010

A la tercera debe ir la vencida

Era uno de los estrenos que íbamos a poder disfrutar esta Semana Santa, pero, finalmente, habrá que esperar hasta 2011 para poder un nuevo palio en la calle. Y es que la crisis económica también llega a las hermandades y en el caso de Pasión y Muerte ha vuelto impedir que el próximo Viernes de Dolores la Virgen del Desconsuelo y Visitación pueda pasearse por las calles de Triana.

En este caso, llueve sobre mojado, porque inicialmente estaba previsto que el estreno para 2009. Incluso se llegó a contratar a la banda Municipal de Mairea del Alcor para que la acompañase con un repertorio compuesto por marchas fúnebres, aunque todo se quedó en un deseo que hubo de posponerse 12 meses más. Así, para este año se daba por hecho que la agrupación parroquial iba a poder desfilar por primera vez con dos pasos, que tras mucho tiempo el viejo arrabal iba a disfrutar de un palio de luto por sus calles... pero todo volvió a quedarse en 'agua de borrajas', en un nuevo aplazamiento que se espera sea al definitivo.

La razón es bien simple. Los trabajos de ejecución del proyecto van muchísimo más lento de lo previsto, algo que también se hace notar en el paso de Cristo, que todavía no ha podido renovarse por completo. El ambicioso conjunto de orfebrería y bordados es, de momento, un gasto muy por encima de lo que  puede permitirse una agrupación parroquial consolidada en las Vísperas, que camina con paso firme hacia convertirse en hermandad, pero que todavía no cuenta con los ingresos necesarios para hacer realidad este sueño que se demora mucho más de lo deseado.

Ahora quedan por delante otros 12 meses para ver si la espera termina de una vez, si el próximo Viernes de Dolores los hermanos de la corporación puedan decidir si acompañan al Señor de Pasión y Muerte o a la Virgen de Desconsuelo y Visitación. Un año en el que Sevilla esperará ver por fin un nuevo palio por sus calles, cómo la 'Tierra de María Santísima' lo es todavía un poquito más. El tiempo dirá si, como dice el refrán, "a la tercera va la vencida" y la fecha en la que termina este último plazo es la de verdad.

lunes, 15 de marzo de 2010

Y todo quedó conformado

Las Vísperas están llegando a sus días claves, ésos que se encuentran en la frontera entre la espera y aquello que anhelamos. Acabamos de vivir un fin de semana plagado de Vía Crucis, certámenes de bandas, pregones e, incluso, las primeras procesiones. Estamos a seis días del Pregón, a poco más de una semana y media de ver los primeros nazarenos... todo se acerca y, desde ayer, el cofrade puede ir ya organizando su vida de cara a la Semana Santa.

Y es que tras el Cabildo de Toma de Horas, todo está ya conformado. Sólo queda esperar que pasen rápido los 13 días que restan para un nuevo Domingo de Ramos para empezar a disfrutar. Para ello, habrá que tener en cuenta que La Borriquita saldrá 10 minutos antes (a las 14.55 horas), algo que también hará Jesús Despojado, que saldrá a las 14.50 horas. La Carrera Oficial se abrirá a las 16.25 horas, un poco antes de lo habitual. Por entonces, ya sabremos si La Paz pasa un año más por el Parque de María Luisa (todavía está en el aire, igual que en el caso de Santa Genoveva) y faltarán horas para que La Hiniesta finalice su recorrido por Duque Cornejo en lugar de por Lira, Juzgado y la plaza de la Moravia.

Para el Lunes Santo, habrá que poner el despertador algo más temprano, puesto que San Pablo pondrá su cruz de guía en la calle a las 11.30 horas, algo que le permitirá llegar a la Campana con 20 minutos de adelanto, a las 16.25 horas. Además, accederá a la calle Tetuán por Entrecárceles, evitando así hacerse 'la pescadilla' a sí misma. También llegarán más temprano a Carrera Oficial El Beso de Judas, Santa Genoveva (que no pisará la lonja de la Universidad), Santa Marta y San Gonzalo, que se beneficiará de estos cambios teniendo 20 minutos más de paso. Sí arribará al palquillo a su hora habitual la Vera+Cruz, aunque lo hará sin pasar por la Gavidia, sino por Virgen de los Buenos Libros y Teniente Borges. Por suerte, habrá más tiempo para disfrutar, ya que la Virgen de las Aguas, del Museo, entrará un cuarto de hora más tarde, hacia las 3.15 horas.

El día siguiente, el Martes, no tendremos que tener en cuenta tantas variaciones, puesto que la única de la jornada vendrá protagonizada por El Cerro, que tendrá que cambiar la avenida Ramón y Cajal por la de Roma, siguiendo por Palos de la Frontera, avenida de Portugal, Doctor Pedro de Castro, Miguel Rodríguez Piñero, Pirotecnia y Enramadilla, dejando de pasar por San Fernando, Prado de San Sebastián y Carlos V. El Miércoles, en cambio, habrá alguna modificación más. Por ejemplo, El Baratillo saldrá 10 minutos antes, a las 17.35 horas y recorrerá Pastor y Landero en lugar de Almansa y Santas Patronas. Además, El Cristo de Burgos saldrá cinco minutos más tarde (19.35 horas) y Los Panaderos pasarán sólo una vez por Campana, puesto que regresarán por Argote de Molina, Placentines, Francos, Chicarreros, Álvarez Quintero, Entrecárceles, Plaza del Salvador y Cuna, adelantando la entrada del palio 25 minutos, es decir, a las 2.50 horas.

Tampoco habremos de pasar por alto los cambios en el Jueves Santo, donde La Exaltación saldrá a las 15.30 horas en lugar de a las 16.00 horas. Asimismo, la corporación de Santa Catalina visitará a las hermanas de la Cruz a la ida y regresará por San Pedro, Almirante Apodaca y Juan de Mesa, lo que provocará que el palio entre un cuarto de hora más tarde, a las 23.45 horas. Y apenas 15 minutos más tarde empezará una Madrugá en la que La Macarena pasará por Alcazares para llegar a Santa Ángela y de Feria directamente a Relator. A las 3.15 horas pondrá en la calle su cruz de guía Los Gitanos, que evitarán calles estrechas como Butrón o Gallos, a la que llegará a la vuelta por Peñuelas, San Román y Matahacas, entrando el palio en el templo sobre las 13.45 horas. Por su parte, El Calvario también saldrá más tarde, a las 3.50 horas.

El Viernes, podremos disfrutar de La Carretería más tiempo en la calle, puesto que saldrá cinco minutos antes (16.10 horas) y entrará 15 más tarde (a las 22.45 horas). Veremos también a La O por el paseo del Cristina rumbo a San Telmo y La Soledad de San Buenaventura llegando a la Plaza Nueva por Méndez Núñez tras salir a las 17.55 horas. Y el Sábado será el momento de paladear un momento histórico. A partir de las 13.00 horas, El Sol saldrá de El Plantinar rumbo al corazón de Sevilla, adonde llegará a las 17.15 horas. Más tarde, a las 23.30 horas, pondrá fin a su primera salida en la nómina oficial, en la que pasará por sitios tan emblemáticos como la Puerta Jerez o el Postigo.

Serán todas estas las novedades que deberemos tener en mente al empezar a elaborar nuestro 'plan de ataque a los días grandes', las que pueden provocar cambios en la organización que teníamos en mente desde la Semana Santa del año anterior. Ahora quedan casi dos semanas para perfilar nuestro itinerario definitivo, ése en torno al que girará nuestra vida a lo largo de las nueve jornadas más esperadas del año. Y es que, como dijo Caro Romero, "la vida es una semana".