Ya es oficial: Sevilla ha dado un nuevo paso hacia el siglo XXI. No en vano, desde hace apenas unos días contamos con la primera hermana mayor de una corporación de penitencia, Maruja Vilches, quien tras meses ostentando el cargo de manera interina por los continuos problemas de salud de Jesús Gutiérrez (recuérdalo aquí), por fin dirige los destinos de Los Javieres con todas las de la ley. Así lo hace desde el pasado martes, cuando el máximo mandatario de la corporación dimitió y la nombró su heredera.
Y lo cierto es que a nadie le sorprende la noticia, sobre todo porque era un secreto a voces que se produciría tarde o temprano. Incluso después de que Vilches fuera la gran artífice de una de las imágenes más esperpénticas que se recuerdan recientemente en nuestra Semana Santa, la de ese conato de salida de Los Javieres que la lluvia abortó el pasado Martes Santo (míralo aquí). En este sentido, ella es consciente de que tendrá que cargar con esa pesada 'mochila' mientras ostente el cargo, aunque no le suponga ningún reto, puesto que su historial cofrade está jalonado de hitos históricos para la mujer en nuestra fiesta grande.
El próximo, llegará si Dios quiere, que esperemos que así sea, dentro de 81 días, cuando se convierta en la primera que pase con vara dorada por la Carrera Oficial. Un motivo más para desear que llegue ya el Martes Santo, cuando, una vez más, se verá que poco a poco, y pese a que quizás le ha costado demasiado, la Semana Santa se adapta a los tiempos que corren. Porque ya no sólo tenemos nazarenas en todas las cofradías, ahora también comenzamos a tener hermanas mayores.
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