Está clarísimo que, como reza el refranero, "al perro flaco todo se le vuelven pulgas". Si no, que se lo digan a la hermandad de Las Siete Palabras, que todavía se encuentra a la espera de poder realizar la extraordinaria que el Arzobispado no le permitió el año pasado (recuérdalo aquí), se ha unido el robo de varias de sus piezas patrimoniales más importantes, en un suceso que tuvo lugar durante la madrugada del miércoles al jueves en el almacen de los pasos de la corporación, en la calle Medalla Milagrosa, de León XIII.
Allí, hacia las dos de la mañana, tres o cuatro individuos reventaron la puerta del local, accedieron a su interior y se llevaron las bambalinas del antiguo palio de la Virgen de la Cabeza (realizado en plata por el taller de Villarreal en 1.968) junto a varias águilas de las esquinas del paso del Nazareno de la Divina Misericordia, del que también sustrajeron una cartela. Todas las piezas fueron introducidas en una furgoneta que abandonó el sitio a los pocos minutos. Tanto es así, que cuando los primeros efectivos policiales llegaron allí, en torno a las 2.30 horas, ya no había rastro de ellos.
A partir de ahí, se ha iniciado la pertinente investigación policial para dar con ellas, aunque de momento no ha trascendido ningún dato de la misma. Lo que sí es cierto que este robo supone un duro varapalo para la cofradía de San Vicente, ya que ninguno de los enseres estaba asegurado y, además, tenían pensado sufragar con la venta del palio de Villarreal, que procesionó hasta 1.997, los gastos del que tienen proyectado hacer. En cualquier caso, siempre queda la esperanza de que tanto esta como el resto de piezas aparezcan antes de que lleguen al mercado negro. Sería, sin duda, la mejor noticia posible para una corporación que en los últimos tiempos está demasiado falta de alegrías.
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