El bienio de Los Gitanos

En las inmediaciones de los Jardines del Valle están de fiesta. Concretamente, en la iglesia de Los Gitanos, donde se ha dado el pistoletazo de salida a un bieno de continuas efemérides que recordar y, por supuesto, celebrar. Sobre todo porque la última de la Madrugá fue una de las mayores damnificadas por la quema de templos de aquel 18 de julio de 1936 de ingrato recuerdo (míralo aquí). No en vano, el incendio de San Román dejó a la corporación sin prácticamente todo su patrimonio, incluidos sus dos titulares.

Pero como Dios aprieta, pero no ahoga, la corporación pudo rehacerse pronto de tal varapalo. Así, en este 2012 se conmemora el 75 Aniversario de la llegada de la Virgen de las Angustias, salida de la gubia del taller de Fernández Andés y bendecida el 15 de marzo de 1.937 en Santa Catalina. De igual modo, al año siguiente, el 10 de abril, le tocó el turno al Señor de la Salud que, por tanto, cumplirá sus bodas de platino en la hermandad cuando cambiemos el calendario. Pero, para rizar el rizo, no será esa la única efeméride que celebrarán Los Gitanos en 2013, ya que el 22 de octubre se conmemorará el primer cuarto de siglo de la Coronación Canónica de la Virgen, un hecho que, probablemente, traiga consigo una salida extraordinaria que podría poner a prueba el criterio de Asenjo para la celebración de este tipo de eventos.

Con todo ello, está claro que hay motivos más que suficientes para que la última de la Mádrugá viva las cosas de un modo diferente en este año y el que viene. Sobre todo, echando la vista atrás y llenándose de orgullo por cómo supieron sus hermanos rehacerse de una situación tan trágica y haberse convertido en lo que hoy día son, una de las cofradías más señeras e importantes de nuestra Semana Santa. Porque ellos aprendieron de sus ancestros, con un pasado duro y errante, que nada puede darse por acabado cuando todavía queda toda la vida por delante.