miércoles, 1 de febrero de 2012

Un cambio justo y necesario

En Sevilla, si algo no tiene polémica es que, simplemente, no está sucediendo. Sólo así puede explicarse todo lo que se está montando en relación al nombre de la avenida Pilar Bardem por Virgen de las Mercedes. Máxime, cuando es una modificación lógica y que lleva meses gestándose (recuérdalo aquí). Pero claro, aquí lo que no hace ruido pierde toda su importancia, incluso cuando se está intentando poner fin a un auténtico despropósito perpetrado por el anterior Ejecutivo Municipal, que regaló un sitio en el nomenclátor de la ciudad a alguien que, con independencia del ideario de cada cual, jamás hizo nada para ello.

Basta recordar que cuando recibió tal reconocimiento dijo que era sevillana "por accidente" y que una vez que se ha puesto el cambio se ha alegrado de que no la quieran gente a la que ella no quiere. Tampoco es que haya hecho méritos para mucho más. Qué pena que sea tan grande en la escena y tenga tan poquísima categoría fuera de ella. Y qué triste resulta que, encima, la propia hermandad de Santa Genoveva tenga casi que pedir perdón por verse envuelta en esta polémica y salir al paso de las acusaciones que le llegan de querer acaparar protagonismo. Qué fácil es volver a hacer alusiones a las dos Españas sin saber de la misa a la media.

Porque hablamos de una propuesta apoyada por más de 2.300 firmas, 20 establecimientos comerciales y hasta tres corporaciones del Distrito Sur. No se trata de una petición hecha a la ligera y a modo de pataleta, sino el intento de poner fin a una injusticia que dura demasiado, la de que una de las mayores devociones del Tiro de Línea, junto a su Cautivo, de nombre a una de las principales arterias del barrio. Antes, muchas otras cofradías lo han hecho, ¿a qué viene entonces tantísimos dimes y diretes e, incluso, ataques cruzados?

Como siempre, nunca llueve a gusto de todos, aunque sí lo haga de la mayoría. Y es que las personas pasan, pero en Sevilla las imágenes siempre permanencen y terminan perteneciendo a todos. ¿Qué razón hay más importante que esa para entrar en el nomenclátor? Habrá que tirar de refranero para analizar la polémica y recordar aquello de "ladran, luego cabalgamos". Porque dirán lo que quieran, pero, gracias a Dios, la Virgen de las Mercedes podrá tirar por su avenida el próximo Lunes Santo.

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