martes, 8 de mayo de 2012

Una iglesia que se hace capilla

Todos aquellos que se hayan pasado durante estos últimos días por la iglesia de San Antonio Abad habrán visto a los titulares de la hermandad de El Silencio de un modo diferente al habitual. De hecho, el Señor Nazareno no se encuentra en su altar habitual, sino que ha sido trasladado al que normalmente ocupa la Virgen de la Concepción, colocándose en el centro, con Esta a su derecha y San Juan a la izquierda. Y así permanecerá al menos hasta el próximo mes de septiembre.

La razón no es otra que las obras que desde después de Semana Santa se están llevando a cabo en el presbiterio del templo, que han llevado a decretar un cierre parcial al culto del mismo. En este sentido, el objetivo de las actuaciones es descubrir los frescos originales de la cúpula, que actualmente se encontraban ocultos, permitiendo así que se haga una valoración artística de ellos. De este modo, la corporación podrá conocer si merece la pena recuperarlos, ya sea de manera total o parcial.

Con todo ello, y mientras duren los trabajos, el templo parecerá más pequeño que de costumbre, quedando sólo abierta la capilla que se encuentra más cerca de la calle que tiene el nombre de la hermandad, la de El Silencio, que hasta que empiece a despuntar el otoño albergará a todos los titulares de la misma. Y, probablemente, dentro de unos meses, cuando todo vuelva a la normalidad, el mayor cambio que percibamos será ese, aunque los andamios que ahora ocupan el presbiterio delaten que, mirando con mayor atención a su cúpula, podamos percibir en ella algunos más.

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