sábado, 10 de noviembre de 2012

Y sigue sin enterarse

Ayer hablábamos de una forma original de celebrar el Año de la Fe y hoy lo hacemos de una que pudo ser y no fue. Nos referimos al Santo Entierro Grande, una opción que muchos teníamos en la cabeza cuando se filtró que se estaba preparando algo importante para 2013, que históricamente ha servido para conmemorar efemérides de este tipo y que, sin embargo, fue descartado a las primeras de cambio por Asenjo. La razón ya la hemos comentado: hacer que los templos se llenen de fieles para celebrar la vigilia pascual en lugar de las masificaciones que se producen en las calles en busca de los pasos.

Ya ese simple razonamiento resulta ilógico en una ciudad como Sevilla, en la que las hermandades son la rama más fuerte del mundo eclesial. Incluso, contradice la idea del Vía Crucis Magno del 17-F, donde, precisamente, son los titulares de las cofradías el reclamo para que la ciudad se vuelque en el acto. ¿O es que alguien piensa que de celebrarse de algún otro modo tendría la misma repercusión? Es más, y siguiendo esta línea, ¿es lógico pensar que porque no haya pasos por las calles las vigilias van a ser masivas? Quizás olviden en Palacio que el Sábado Santo, por ejemplo, La Soledad de San Lorenzo entra pasada la medianoche, que hacia las 2.00 horas lo hace La Trinidad y que para entonces las puertas de Santa Marina son un hervidero a la espera de que salga La Resurrección. ¿Por qué iba a cambiar todo eso?

Pero es más fácil pecar de ingenuo y tirar por la calle del medio inventándose un culto que, además, deja muy a las claras que, teniendo en cuenta los precedentes, no sabe dónde tiene su vara de medir. Con lo sencillo que habría sido optar por una fórmula que ya está inventada y tremendamente arraigada. Claro que, para hacerlo, habría que dialogar con las hermandades y enterarse por fin de cómo va esto, algo que, a la vista está, Asenjo ni ha hecho ni hará. Como mucho, se limita a tender la mano a las cofradías a su manera,  dando bandazos sin sentido refugiándose en un "esto es lo que hay; o lo tomas o lo dejas".

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