lunes, 23 de septiembre de 2013

Cinco meses esperándolo

En Los Negritos, pronto estarán de despedida. No en vano, su Cristo de la Fundación dejará la capilla de los Ángeles durante aproximadamente cinco meses, justo los que estará bajo la atenta de Pedro Manzano en su taller trianero, sometiéndose a una restauración que le quitará años de encima, devolviéndole una juventud que ha dejado de mostrar su policromía y que ahora, tras desechar las opciones del IAPH y los hermanos Cruz Solís, intentará rescatar este imaginero.

Y trabajo tiene por delante, sobre todo en la espalda y las piernas, que son las zonas más afectadas por el paso del tiempo. Afortunadamente para él, esta talla que gubió Andrés de Ocampo allá por 1622 no sufre problemas estructurales, lo que hará algo más fácil una intervención que, en cualquier caso, promete ofrecernos una imagen bien distinta de este Crucificado cuando regrese a su sede canónica, allá por los meses de febrero o marzo, es decir, cuando ya Sevilla comience a paladear los preparativos de una nueva Semana Santa.

Mientras tanto, en la calle Recaredo, en la capilla de los Ángeles, se le echará muchísimo de menos, contando las horas para que regrese y sus fieles puedan ir a rezarle y visitarle a diario. Así, los vistazos al calendario haciendo cálculos para saber cuándo estará de vuelta serán recurrentes en el seno de la primera del Jueves Santo, donde ya lo echan de menos pese a que todavía el Señor de la Fundación no ha cambiado de aires, algo que hará en breve para hacerse esperar unos cinco meses tras los que regresará como nuevo.

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