El nuevo traje de la Madrugá

Hace un par de meses hablábamos de qué opciones se comenzaban a barajar para conceder a la Madrugá esa horquilla adicional de tiempo que facilitase las cosas a sus hermandades (recuérdalo aquí). Pues bien, parece que vuelve a haber novedades al respecto. La principal, que desde el Consejo se quiere hacer que este estirón de la noche mágica de Sevilla no vaya en perjuicio del Jueves Santo, por lo que bajo ningún concepto se permitirá que ninguna cofradía ponga su cruz de guía en la calle antes de la medianoche, opción que empezó a sonar cuando algunos apuntaban a que El Silencio podría salir a las 0.00 y, por tanto, La Macarena habría de abandonar su basílica en torno a las 23.00.

En cualquier caso, y teniendo en cuenta este detalle, lo que sí está claro en la calle San Gregorio es que la Madrugá necesita alrededor de 60 minutos más que habrían de ganarse tanto por detrás como por delante. Así, la solución pasaría porque el tiempo extra que cada año regalan las dos primeras en Carrera Oficial se estandarizase e, incluso, aumentase sobre un cuarto hora. Esto haría que la 'Madre y Maestra' tuviese que adelantar su salida hasta las 0.45 aproximadamente, si bien no se descarta que todo siguiese igual y que lo único que hiciese fuera buscar la Campana algo más rápido. Del mismo modo, la velocidad de los nazarenos de El Gran Poder debería hacer el resto para ganar entre ambas unos 30 minutos.

Así, lo único que quedaría sería conceder otro tanto por detrás, permitiendo que Los Gitanos tuviesen más tiempo para llegar a Carrera Oficial y pasar por ella. No obstante, habría que seguir atando cabos sueltos en relación a temas como los cruces entre hermandades y los recorridos, pero, al menos, se tiene más o menos claro cómo lograr ese tiempo que se necesita. Otra cosa será que desde el Jueves Santo se dé el visto bueno al estirón de la primera parte de la noche, habida cuenta de que corporaciones como Pasión y El Valle rara vez entran a su hora por los retrasos acumulados y, además, se verían obligadas a tener que correr más sin tener casi posibilidad de hacerlo. Por tanto, aunque se tienen las tijeras y la tela, aún queda mucho por coser para acabarle su nuevo traje a la Madrugá.