Todo previsto en El Porvenir

Aunque todavía le restan diez días a este mes de julio, ya sabemos que en clave cofrade no habrá nada que rascar hasta el  de agosto, cuando llegue el día de la Patrona, la Virgen de los Reyes, un despertar efímero tras el que volveremos a sumirnos en un letargo que llegará al mes de septiembre. Entonces, el ambiente capilleril resucitará de la mano de la Virgen de Guadalupe de San Buenaventura, mirando de reojo a un sábado 13 en el que tendremos en la calle a la segunda extraordinaria de este, la que protagonizará la Virgen de la Paz con motivo del LXXV Aniversario fundacional de la corporación del Domingo de Ramos (recuérdalo aquí), que vio la luz justo después del final de la Guerra Civil, allá por 1939.

En este sentido, la junta de gobierno de la cofradía de El Porvenir tiene ya todo prácticamente cerrado para este acto, que se iniciará a media tarde. Así, el cortejo con el palio de la Virgen se pondrá en la calle hacia las 15.45 horas, repitiendo el mismo recorrido de cada Semana Santa para llegar a la Plaza de América en torno a las 18.30. Poco después, a las 19.00, tendrá lugar el pontifical, tras el cual, a las 21.15 se iniciará la vuelta a la parroquia de San Sebastián, tirando por Felipe II, Valparaíso, Juan Pablos, Bogotá, Editor José Manuel Lara, Pedro Salinas y la parroquia de San Carlos Borromeo, regresando de nuevo a Bogotá y Felipe II para ir más tarde por Nuestro Padre Jesús de la Victoria, Porvenir, Exposición, Nuestra Señora de la Paz, Río de la Plata y entrando a las 2.30 horas.

En definitiva, casi once horas de procesión que nos regalarán la ilusión de un Domingo de Ramos pese a estar sólo a mediados de septiembre. Una salida que lleva marcada a fuego en todo calendario cofrade que se precie desde el año pasado y que ahora nos ofrece todos los ingredientes necesarios para que 'cocinemos' adecuadamente nuestros planes para verla. Ahora, sólo resta esperar que pasen los casi dos meses que nos separan de esa fecha en la que, por si no nos hubiésemos dado cuenta, quedará claro que Sevilla habrá dejado atrás su letargo, rezumando olor a incienso y sonando a marchas mientras disfrutamos como se merece del palio de la Virgen de la Paz.