lunes, 28 de julio de 2014

Un cásting para el martillo

El mundo del costal no deja de sorprendernos. De hecho, se moderniza a mayor ritmo que otras parcelas de nuestra Semana Santa, dando lugar a situaciones, cuanto menos, peculiares. Es lo que está sucediendo en el seno del grupo parroquial de Paz y Misericordia de Rochelambert, que acaba de abrir un cásting en toda regla para encontrar al sucesor de Manuel Castizo, que hasta este mismo año dirigía a la cuadrilla del único paso de la corporación, un 'Stabat Mater' que cada vez se encuentra más consolidado en la tarde del Sábado de Gloria y que, a tenor de la rumorología, podría estar cada vez más cerca de protagonizar la salida de una agrupación parroquial (recuérdalo aquí).

Un proceso en el que los interesados deberán dejar su currículum en la sede de la asociación, en la parroquia de San Luis y San Fernando. Además, los candidatos habrán de aportar una breve presentación del proyecto de trabajo que querrían desarrollar en caso de ser elegidos. Finalmente, la junta de gobierno valorará todas las opciones que tenga en su mano para tomar una decisión definitiva durante el mes de septiembre, a fin de que la labor del nuevo capataz pueda empezar a desarrollarse coincidiendo con el inicio del nuevo curso cofrade, celebrando alguna que otra convivencia con los miembros de la cuadrilla antes de que, a finales de 2014 o principios de 2015, se lleve a cabo la igualá.

En cualquier caso, se trata de una medida singular y diferente a las habituales, que buscará democratizar el acceso al martillo y, de paso, facilitar la elección del candidato idóneo. No obstante, como todo lo nuevo en el mundo de las cofradías, han surgido voces contrarias a esta idea, señalando que banalizan algo que siempre se ha llevado a cabo por otros cauces, dando incluso un protagonismo al mundo del costal exagerado. Sea como fuere, el tiempo se encargará de dar o quitar razones, puesto que del éxito o el fracaso de lo que ocurra en Rochelambert dependerá, probablemente, la posibilidad de que se repitan cosas como ésta, en las que se busca romper el monopolio de algunos profesionales de los martillos, intentando acertar y dar paso a gente nueva.

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