La pasada semana hablábamos de que hasta tres hermandades iban a tomar una importante decisión en relación a uno de sus titulares. No en vano, en San Benito (recuérdalo aquí), Los Estudiantes (míralo aquí) y El Valle (leelo aquí) se llevaron a cabo sendos cabildos extraordinarios para ver si alguna de sus imágenes tenía que pasar por el taller y someterse a una pequeña restauración, aunque no en todos el resultado de las votaciones fue el mismo. De hecho, hubo sorpresas, tal y como ocurrió en La Calzá.
Allí, los hermanos de la Virgen de la Encarnación, tras escuchar un pormenorizado informe de Juan Manuel Miñarro sobre el estado de conservación de la Dolorosa, se decantaron porque la otrora Palomita de Triana no se mueva de allí de momento, hasta el punto de que cualquier intervención tendrá que esperar unos cuantos meses más para hacerse realidad. Por tanto, y salvo sorpresa mayúscula, queda aparcado este proyecto hasta que la junta de gobierno decida volver a tentar a la suerte o las urgencias obliguen a acelerar el proceso, que, en todo caso, contará con nuevos informes a lo largo de las próximas fechas.
Mientras, en el Rectorado, sí hubo 'fumata blanca' y la Virgen de la Angustia se pondrá bajo las manos del profesor Arquillo. De igual modo, en la Anunciación se respaldó la idea de que el Señor con la Cruz al Hombro viaje a las instalaciones del IAPH pasada la Semana Santa para someterse a un estudio pormenorizado y, si procede, una restauración. Así, ambos hicieron buenos los pronósticos, en unos dias en los que se tomaron importantes decisiones de cara al futuro próximo de tres imágenes sevillanas y en los que, como ha quedado claro, hubo división de opiniones.
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