El próximo miércoles conoceremos si tres imágenes más tendrán que pasar por las manos de algún imaginero a lo largo de los próximos meses. Todas comparten casa y hasta corporación, puesto que se trata de los titulares de la hermandad de La Hiniesta, la Dolorosa, su advocación de Gloria y el Señor de la Buena Muerte, a quienes se ha sometido a diversas pruebas radiológicas para conocer su estado real de conservación, siendo la talla cristífera la última en pasar por este trámite, cuyas conclusiones se darán a conocer a los fieles dentro de poco menos de una semana.
A este respecto, cabe indicar que todas las revisiones estaban ya previstas, puesto que fueron aprobadas por los hermanos allá por el mes de octubre. Sin embargo, el hecho de que ahora se vayan a plantear de manera clara y directa, en un cónclave de carácter extraordinario, si todas las imágenes deben pasar por el taller invita a pensar que los últimos estudios que se han realizado sobre ellas no han aportado resultados demasiado positivos. Sea como fuere, nada ha trascendido en este sentido, ni siquiera quién podría realizar los trabajos, si bien Pedro Manzano ha sido quien ha supervisado todo, incluyendo la colocación de nuevas articulaciones que se le practicó a la Dolorosa el pasado año (recuérdalo aquí).
El caso es que, en breve, saldremos de dudas, conociendo cómo están todos y si, en el caso del Cristo, el aguacero que recibió el pasado Domingo de Ramos ha causado estragos en su estado. El devenir de los acontecimientos parece indicar que algo puede haber, aunque mejor no adelantarse a lo que pueda suceder haciendo conjeturas y elucubraciones que no conducen a nada. Lo que sí está claro es que en San Julián se avecinan posibles retoques a sus titulares y que estos sólo se producirán si el próximo miércoles así lo quieren sus hermanos.
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