De un tiempo a esta parte, las cosas han cambiado diametralmente en el seno de la hermandad de Torreblanca. La corporación, que el propio Cardenal Amigo Vallejo llegó a poner como ejemplo para el resto hace no demasiado tiempo, se ha visto inmersa en una guerra de guerrillas protagonizada por su actual junta de gobierno y su oposición que, lejos de ver cercano su final, se recrudece por momentos e, incluso, amenaza con deparar importantes medidas desde el Consejo y el Arzobispado, quienes siguen muy de cerca todo lo que ocurre en este barrio.
De hecho, ambos estamentos parecen decididos a tomar cartas en el asunto si la calma no llega en los próximos meses. Si no fuese así, parece más que probable que la Decana de las penitenciales de las Vísperas vería cómo pasa a ser dirigida por una junta rectora. Es más, incluso empiezan a circular por algunos mentideros cofrades que ya han sido tocados varios capillitas de renombre para tomar parte de ella. Y es que la petición de firmas para lograr un adelanto electoral en la cofradía (recuérdalo aquí) y, sobre todo, la polémica por la destitución del capataz del misterio y su relevo (míralo aquí) parecen haber dejado más en la cuerda floja que nunca a Luis Miguel González y todo su equipo, que podrían tener los días contados en caso de que la situación no cambie en breve.
Sea como fuere, aún queda la posibilidad de que tanto unos como otros limen asperezas para evitar que el Consejo y el Arzobispado tomen cartas en el asunto. Se trata de una opción que, a tenor de los últimos acontecimientos, parece poco probable, si bien sería la mejor de las posibles para el futuro inmediato de una corporación, la de Torreblanca, que está siendo la gran damnificada por todo lo que está sucediendo últimamente. Así pues, la actual junta de gobierno de la cofradía ya sabe que habrá de hacer suyo el refranero para seguir en el cargo, puesto que la decoración no puede ser más clara: "renovarse o morir".
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