Las Vísperas vuelven a la carga

Aunque hace pocos meses el Arzobispado dejó en nada sus reclamaciones (recuérdalo aquí), las hermandades de Vísperas siguen soñando con equipararse a las 'catedralicias' en el reparto de ingresos. De hecho, en los últimos tiempos parece haber vuelto la unidad entre las corporaciones del Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión, dando lugar a una postura común a partir de la cual ir organizando sus reivindicaciones. En este sentido, esta noche se celebrará una reunión entre representantes de todas para perfilar los últimos detalles de su nueva 'hoja de ruta', cuyo primer paso se dará en el pleno penitencial de este mismo viernes, en el que pese a que el rigor de los estatutos impide que hayan podido introducir un nuevo punto en el orden del día sí que alzarán la voz.

¿Y qué propondrán? Pues que el resto de cofradías ponga de su parte para que las nueve que no van a la Seo recauden unos 1000 euros por cabeza. Para ello, las demás tendrían que renunciar a unos 200 de su actual concesión, dato que podría dificultar el acuerdo. No en vano, las que pertenecen a la nómina oficial tienen como principal defensa que sus 'hermanas menores' son más pequeñas y realizan recorridos menos extensos que, además, provocan que sus gastos no sean excesivamente cuantiosos, por lo que no necesitarían más dinero. Por contra, las de Vísperas proclaman que con la actual situación económica se les hace dificilísimo poder crecer y atender a todos los frentes que tienen actualmente abiertos en sus barrios, especialmente la labor social.

Sea como fuere, se prevé una negociación complicada y larga, con dos posturas bien diferenciadas que no son irreconciliables, pero casi. En cualquier caso, y pese a que todo el mundo entiende que el punto de partida de las conversaciones es complicado, desde las Vísperas no se pierde la esperanza de que esta vez sea la buena y que por fin se escuchen sus reclamaciones. Para lograrlo será fundamental que las cofradías de la nómina oficial se decidan a echar una mano, algo que en tiempos de crisis no parece demasiado fácil de conseguir. Aunque dicen que la fe mueve montañas y no hay situación a la que mejor se le pueda